¡Cuanta razón tenia mi padre! cuando hace algún tiempo me dijo. – Hijo mio, a tus
31 años, ¡vayas donde vayas!, siempre serás y te sentirás como un Español y además te comportaras como tal y nunca te
adaptaras a una nueva cultura ni estilo
de vida propio del país donde vayas a vivir.
Dichas palabras, también fueron confirmadas
en reiteradas ocasiones durante mi
estancia en Melbourne por mi gran amigo y excompañero de casa D.
Manuel, el señor medio Andaluz medio Australiano con el que estuve conviviendo
una temporada al decirme textualmente “nunca serás como ellos y nunca los entenderás”
Pues si…, ambos tenéis toda la razón. Ni me acostumbro, ni creo que me
acostumbraré durante el tiempo que esté aquí en este país.
Todo eso me ha venido a la cabeza, mientras conducía
de vuelta a casa tras una dura jornada de trabajo. ¿Cómo es posible que esta gente sea tan
cuadriculada? Me pregunto yo. ¿Qué es de la lógica y del sentido común a la
hora de hacer las cosas?
Por si no lo sabias en Australia,
todo se mide por “Estándares” o comúnmente llamado “Australian Standars” .
Existen Estándares incluso hasta para ir a “mear” y perdón por la expresión,
pero es como mejor se define la norma. Como ejemplo, el de esta mañana en el
trabajo. Durante una discusión sobre la estimación en una unidad de obra. En
otras palabras, me han cuestionado, por que en lugar de poner 1327,87 m sobre
una medición he puesto 1500,00 m….. – ¡Hombre!, ¡Pues para redondear! ¡no! ¡-Tienes que poner la cantidad que
toca!... -porque entonces nadie sabrá de donde sale el numero!.... entonces yo
dije,-bueno, pues ponemos unos cuantos metros de mas y si luego sobra algo,
pues lo metemos en el camión y de vuelta al almacén ¿-no? ¡Cara de asombro!... ¡-Ya! -pero entonces lo que tenemos que hacer es contrastar tu medición con la del
departamento de estimaciones para llegar a un acuerdo y entonces confirmar, que
lo que tú dices es aceptable. Porque a lo mejor, ¡habéis usado dos criterios diferentes!. Pero ahí ¡¡no
acaba la cosa!! Después de revisar los planos de instalación, me han remarcado,
que los colores que he usado para confeccionar los planos, no eran apropiados..
¿-Apropiados? ¿Cómo puede ser un color apropiado? ¡Vamos a ver! He pensado -A mi me gusta el
azul! Pero seguramente a ti te gusta
el verde, pues dime que a ti, , te gusta
el color verde y entonces ponemos el verde, pero solo porque a ti te gusta, pero dime que es
porque a ti te gusta y no, porque ¡es apropiado! Pero claro, la jornada lectiva
sobre el mundo de los colores ha durado aproximadamente mas de una hora….. Así que mientras mi
jefe hablaba sobre el mundo de los colores, yo
pensaba….. ¡ Hay cocodrilo!!, como se nota que vosotros no tenéis ni la mas
remota idea, de lo que es optimizar el tiempo para reducir costes y ser
efectivo para maximizar ganancias ¿Cómo me gustaría decirte eso de? – Oye y
mientras discutimos sobre colores, líneas, y números redondos! Cuanto crees que
le está costando a tu jefe nuestra teoría sobre los colores? Porque aquí llevamos
unas horitas tres tíos, metidos en tu despacho y uno de ellos esta poniendo
cara de pez, el otro hace un rato que esta en otro mundo y ¡tu no paras de hablar de la teoría de los
colores y de como afectan a nuestra percepción!
Otro ejemplo de Estándar, lo puedo
citar, el día que aparecí con mi recién comprada
tabla de windsurfing, mi vela, mi mástil
y mi botavara, en mi apartamento compartido…. Tendríais que ver la cara que se
les quedó a mis dos compañeros de piso.
Primero sobre las preguntas de ella, ¿¿-Que es eso?? – Pues joder tía, ¿-que no
lo ves? Pensé yo. ¿-Y donde lo vas a meter? ¡-Pues en el garaje!, donde todo el
mundo guarda sus bicis, sus tablas de surf y sus trastos. ¡-NOO! ¡-Ese material
no esta en la lista de objetos permitidos en el garaje! ,- Ya ¿y… entonces? -Entonces
lo que tenemos que hacer, es que yo ahora le tengo que escribir una carta al administrador de la propiedad, presentándote
y diciendo que eres un nuevo inquilino, luego cuando me conteste, te dará cita
para que te presentes en la oficina, pero tendrás que venir conmigo y yo le pediré
permiso para que aprueben el hecho de
que guardes tus cosas en el garaje ... Pero…..
-Hay que esperarse a la semana que viene, en horario de 9 a 12 de la mañana. –Así,
que te tendrás que pedir la mañana libre en el trabajo y yo haré lo mismo, por lo que habrá que solicitar
un permiso tu en tu trabajo y yo en el mio. Todo esto me lo dijo con una cara “no muy amigable” Mi contestación fue algo así como. -Mira ¡¡Nena!! Vamos a hacer una cosita, yo
voy a dejar esto en el garaje, y voy a
hacer una ”infraccion de la ley”… -así que si pasa algo, yo seré el
responsable, y de paso…. me vas a dar el teléfono de la administradora, porque
le voy a explicar cual va a ser la nueva situación a partir de ahora… ¿-Esta
claro? …. No hubo contestación. Pero a la mañana siguiente, cuando llame a la
administradora se me cayó el pelo, y ¡la mande a la mierda! Ósea, que en el garaje, se pueden tener,
colchones cochambrosos, bicicletas llenas de polvo, carritos de la compra, pero
no mi equipo de Windsurfing, simplemente, porque el señor que elaboro la lista
de objetos permitidos en el garaje, se le olvido que alguien podría tener una
tabla de windsurf en lugar de Surf.
Como último ejemplo de Estándares Australianos, los de los sistemas de
incendios. Volvía yo un día camino de mi casa, con una nueva sartén (que no costó
barata) y que me he comprado para poder
cocinar como es debido. Pues bien, cuando estaba cocinando un autentico entrecot,
como buenamente me enseño D. Manuel, en mi estancia en Melbourne, la carne empezó
a soltar como viene siendo habitual desde hace muchos tiempo, un poco de humo. Entonces
apareció por el fonde de la casa, sorprendido y asustado “El otro ” mi compañero de piso. ¡¡¡–Nooooooo!!
¡¡-No puedes!! No puedes hacer eso!!!
Casi, me da algo!! Empezó como un loco a correr, agitando una toalla por toda la casa, como si fuese
alguien que pide socorro . Al principio, pensaba, que como el chaval le gusta ser
gracioso, me estaba gastando una broma!! Pero, ¡¡noooo!! Era cierto…
Yo no entendía nada, y luego ella, se puso a toser como ¡¡si se fuese a
ahogar!!.......... Yo me empezé a ponerme nerviosito y se me empezaron a
hinchar de una forma un poco anormal mis
“nobles partes”. Hasta el punto, de soltar una grito, y dicerle algo así como ¿-Pero
a ti que te pasa? ¿-Qué no has visto a nadie cocinar un filete en tu vida?
Entonces, un poco mas tranquilizados, me explicaron, que en salón, hay un
detector de humo, que si detecta humo, se dispara en toda la comunidad,
entonces todos los vecinos tienen que
evacuar sus casas e irse al punto de reunión situado en la piscina y esperar a
que vengan los bomberos, para que evalúen si hay algún riesgo de incendio . Y
en el caso de que se demuestre que ha sido una falsa alarma, por fumar o por
humo de donde sea, te cae un multa de $ 700. Entonces yo, con mi “Español sentido común” y
con una mala leche encima, propia del mas puro carácter hispano, me subí a una
silla, levante de un tirón la tapa del detector de humo situado en el techo, le
quite la pila y les dije. ¿– lo ves que fácil?
¿-A que esto no lo pone ningún manual?
Así pues, aquí en Australia, el sentido común no forma parte de la rutina,
en la vida diaria. Las cosas se hacen, porque alguien en algún momento
determinado decidió que deberían hacerse de una forma determinada y lo
apuntaron en una especie de carta magna, y cuando le preguntas a alguien el porqué
de algunas cosas, se limitan a decir que “Los Estándares lo dicen”
De todas formas, por si os interesa, ya ha pasado una semana y mi tabla
sigue guardada en un rincón del garaje, nadie me ha dicho nada, simplemente
porque ¡a nadie le interesa! y porque pasa totalmente desapercibida violando
completamente los “Estándares de la comunidad” pero si la propiedad se atreve a
decirme algo, ¡Ya le preguntaré yo por las botellas de cerveza que me encuentro
algunas mañanas en el bordillo de la piscina!