La Solucion Final

Esto no es el título de ninguna película de la segunda guerra mundial ni nada parecido. Esta es la forma con la que empezó mi viaje a Australia.

Aproximadamente un año  antes  de emprender mi largo viaje y mientras pasaba largas jornadas de trabajo en España, empecé a madurar la idea de que necesitaba salir de donde me había metido.

Después de 6 años trabajando en el mismo lugar, siendo ya una rutina diaria la  más que complicada situación Política, Social y  financiera que está atravesando España y sobretodo con el convencimiento de que muchos años nos quedan para recuperarnos, decidí que debería de viajar a otro lugar para poder continuar mi carrera profesional, aprender bien el  inglés  y poder continuar desarrollando  nuevos conocimientos profesionales y culturales.

Barajé algunas alternativas, EE.UU, Canadá, Alemania, Inglaterra. Sin embargo,  al final y después de tantear un poco el mercado profesional, las facilidades para poder permanecer en un país con permiso de trabajo y sobretodo la posibilidad de trabajar, decidí irme a Australia.

¡ A mí no se me ha perdido nada en Australia !, pero lo que tenía claro es que de continuar en España,  haciendo todos los días lo mismo, sin ninguna posibilidad de avanzar y progresar, mi vida se convertiría en una monotonía condenada a pagar una hipoteca que nunca firmé y a permanecer sentado en el mismo puesto de trabajo, sin levantar mucho la voz “Por si la crisis”

NOOOOOOOOOOOO!!!!

No hemos sido educados para esto!

No hemos ido a la universidad y nos hemos pasado tantas horas de estudio para esto.

No queremos levantarnos a las 7:00 de la mañana y regresar a las 9:00 de la noche  a casa sin apenas tener tiempo para compartirlo con nuestra gente mas querida.

 Y sobre todo   No somos Abogados, Ingenieros, Arquitectos, Economistas, y otras profesionales que queremos que nos digan que “somos jóvenes, que nos están enseñando y que por eso nos pagan tan poco”

Por esas y otras muchas razones, que no quiero citar aquí, no vaya a ser que hiera la sensibilidad de algún Político o Jefe, decidí probar suerte en otro sitio.

Los preparativos del viaje, no fueron nada sencillos. Visado, dinero, Alojamiento, Avión, Cursos de inglés, Fechas, familia, ahora no me voy, ahora si…. Alquien que se cruza en el camino… A ver si me equivoco con esto… o no vaya a ser que digan……  ¿Que es mejor Sydney o Melbourne? Unos que Sídney otros que Melbourne.. Amig@s que te dicen, que se te ha ido la cabeza…. En fin,  toda una serie de circunstancias que sobrellevar durante el proceso

Todavía  recuerdo la cantidad de tiempo que pasé en la página web  de la embajada Australiana, la cantidad de foros y blogs que visité y la cantidad de correos que mandé antes de comprar el billete de avión, y hacer oficial mi viaje.

……Pues bien. La solución final, se llevó a cabo. La decisión fue firme. Deje el trabajo, me despedí de la familia, de mis jefes y compañeros de trabajo, de   los amigos y amigas, de mis rutinas, de mi pequeña colección de guitarras y  me subí yo solito en un avión  que me trajo a Australia y después de dos meses… aquí estoy   

¿Que me he encontrado?…. Eso mejor os lo cuento otro Día.